Comprar cualquier artefacto nuevo siempre llenará de muchas
expectativas cuando se tenga en casa. Hay quienes le dan todo el cuidado
pertinente en los primeros días e incluso los limpian después de haberlo usado.
Pero no solo se debe hacer un buen uso, cuidarlo o limpiarlo cada vez, sino que
se debe seguir las recomendaciones de los especialistas o en este caso de la
persona quien se lo vendió.
Existen muchos artefactos que necesitan de cuidados y, por
ende, las personas que los adquieren dicen que son muy delicados. Pero no es
que se trate de un producto o equipo de mala calidad o pensar lo peor de la
marca. Pues, sencillamente se trata del cuidado y el manejo que deben tener
estos aparatos. No se trata que al año debe malograrse y nunca más confiar en
ellos, este tipo de productos no son desechables.
En el caso de una lavadora, esta debe alcanzar una vida útil
de once años. Los fabricantes aseguran que su esperanza de vida es de diez
años. Pero muchos de nosotros nos hemos visto en la necesidad de reemplazar el
electrodoméstico después de aproximadamente ocho años debido al desgaste. Lo
que significa que se debe sacar más provecho de este tipo de equipos. A
continuación, te contamos las causas principales por las que a una lavadora se
le da siempre de baja.
Cremalleras
Sabías que las cremalleras son una de las razones por las
que tu lavadora puede sufrir daño. Si las cremalleras o cierres de las prendas
no están cerradas en el proceso de lavado, pueden rayar el interior del tambor
de la lavadora. Son la principal causa de daños en el vidrio en la puerta. Lo
mismo se aplica a las prendas con accesorios de metal que tienen bordes
afilados, por ejemplo, el cierre de tu chaqueta preferida.
Lo que puedes hacer en estos casos, todas las cremalleras
deben estar cerradas antes de encender la lavadora. Por último, si tus prendas
tienen broches metálicos y afilados es preferible que los laves a mano.
No reemplazar la manguera de la lavadora
Solo imagina que despiertas en una casa inundada. Con el
tiempo, la manguera de la lavadora se puede quemar y por resquebrajarse.
Inspecciona regularmente tu lavadora para asegurarte de que la manguera aún
esté en buen estado. La solución, asegúrate siempre de reemplazar la manguera
cada tres o cinco años.
Sobredosis de detergente
Usar más detergente de lo necesario no ayudará a que la ropa
luzca más limpia o huela bien después del lavado. En realidad, puedes ser
perjudicial y hacer que tu ropa tenga un aspecto más sucio. Además, hace que la
lavadora use más energía, ya que tiene que detenerse para descomponer el acceso
de detergente. Aunque no lo creas, este proceso daña la bomba y el motor.
La recomendación, verifica la dureza del agua y ajusta la
dosis del detergente, según corresponda. El consejo de dosificación en los
paquetes de detergente se calcula para varios valores de dureza. Tu proveedor
de agua debe poder confirmarte los niveles de dureza del agua en tu localidad.
También puedes usar un suavizante.
Dejar ropa mojada en la lavadora
Después de que la lavadora haya terminado el proceso de
lavado y dejar la ropa mojada es perjudicial para la ropa. Cuando se deja la
prenda mojada almacenada en el interior del electrodoméstico por un período
largo causará moho. Esta acción provocará malos olores dentro de la lavadora e
incluso daños en las partes eléctricas. Lo que puedes hacer en esta situación
es retirar la ropa luego de haber terminado el ciclo de lavado y deja la puerta
de la lavadora para que se ventile.
No limpiar la lavadora
Después de estar en uso por un periodo largo de tiempo, es
probable que tu máquina lave la ropa con menor eficiencia de lo que se
acostumbra. Una de las causas puede ser que la lavadora almacenó residuos de
jabón y otros minerales en su interior. El consejo, un apropiado mantenimiento
regular de tu electrodoméstico dé como resultado un mejor rendimiento y una
colada más limpia. Limpia la máquina a fondo, especialmente la goma de la
puerta y el tambor de la lavadora.