Los tanques
de almacenamiento son una opción
indispensable para el manejo y
transporte de gases o líquidos a presión
ambiente. Esta estructura metálica – en su mayoría de forma cilíndrica- preserva en un estado óptimo los
hidrocarburos y hace la función de medidores
en los despachos de producto, y son los únicos aprobados actualmente por
la Aduana.
Dentro de la gran variedad de
tanques para almacenar, encontramos a los de tipos atmosféricos que se caracterizan
por tener siempre la misma presión del lugar donde se encuentra. Estos
recipientes tienen el tamaño de acuerdo a las cantidades de contenido que
trasladen y pueden acomodarse de forma vertical u horizontal de acuerdo a los
efectos del espacio.
Existen dos tipos de tanque
atmosféricos, los cuales son:
1. Tanque atmosférico de techo fijo: Es
aquel que tiene la superficie del techo en forma de cono y es soportado por columnas. Opera entre espacios,
cuenta con canales de ventilación que permiten que la presión se mantenga
estable en su interior durante la emisión de vapores. Esta se usa para productos no ligeros
o no inflamables como el agua, asfalto, diésel y petróleo crudo. Dentro de los
atmosféricos encontramos dos tipos: Los techos soportados y los autosoportados.
2. Tanque atmosférico de techo flotante:
Estos tanques se emplean para almacenar productos ligeros como el alcohol, la gasolina y otros combustibles. El diseño
de su techo contiene una cubierta soportada por flotadores metálicos y tiene
como propósito reducir o eliminar la cámara de aire o espacio libre entre el
espejo líquido y el techo, además de
proporcionar un medio aislante para la superficie del líquido y así reducir la
velocidad de transferencia del calor al producto almacenado durante los
periodos en que la temperatura ambiental es alta, evitando la formación de gases, la contaminación del medio ambiente y el riesgo de portar
productos inflamables.
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