Muchas personas por la necesidad de conseguir un trabajo inmediato optan por las fábricas, el sector más vinculado es el textil en cuanto a las prendas de vestir. En el Perú y el mundo se puede mostrar que los trabajadores de este tipo de fábricas se sumergen a bajas condiciones laborales. La explotación laboral, el pago indebido, escasa infraestructura laboral, etc. Es a través de estas condiciones por las cuales estas fábricas vienen operando para las grandes cadenas. Gran cantidad de prendas se produce para las grandes tiendas de ropa. Lamentablemente, el proceso de elaboración es de forma mecánica y se utiliza materiales que generan gran impacto en el medio ambiente.
Este proceso es denominado Fast Fashion que se caracteriza por una alta producción a bajos costos. Una prenda Fast Fashion es de baja calidad, se produce de forma masificada y lo que atrae a los consumidores es que es barata.
Sin embargo, una tragedia ocurrida en el 2013 ha tenido una gran repercusión que ha llevado al límite a la industria de la vestimenta. Bangladesh fue escenario del derrumbe de un edificio mantenia 5 talleres de confección que fabricaba prendas en gran cantidad. El desplome dejó un saldo de 1129 heridos y 2515 trabajadores fallecidos. La principal causa: pésimas condiciones de seguridad laboral.
A partir de esta tragedia, surgen una gran preocupación y respuestas opositoras al Fast Fashion por parte de empresas y consumidores, con el objetivo de promover buenas condiciones laborales y un producto que genere conciencia ambiental en cuanto a su elaboración.
El movimiento Slow Fashion, fue y sigue siendo una acertada respuesta para contrarrestar los riesgos de la industria de la moda. Puesto que, tuvo un gran ascenso y demostró tener una mayor aplicación en la producción responsable de prendas.
Pero ¿qué es Slow Fashion? Es un término que nace en el 2007 inspirado en el movimiento del Slow Food. Creado por Kate Fletcher, profesora de Sostenibilidad, Diseño y Moda en el "Centre for Sustainable Fashion", en Londres.
Es una tendencia que buscar permanecer en el tiempo, para muchos es una filosofía de consumo responsable que va más allá de una simple moda.
El movimiento Slow Fashion marca un punto de partida para la prevención del impacto ambiental por parte de la industria de la moda
Las prendas Slow Fashion son productos de mayor calidad, elaborados con materiales sostenibles y duraderos, que contribuyen a la mejora del medio ambiente. Son prendas con estilos personalizados y diseño atemporales que son trasladados a boutiques o pequeñas tiendas. Pero, si nos enfocamos en las prendas Fast Fashion, son todo lo contrario.
Las personas están acostumbradas a tener su armario repleto de ropa para que después de un corto tiempo lo terminen desechando, esto es muy característico de las prendas Fast Fashion.
De acuerdo al "Informe de sobreproducción e infografía en la industria de la vestimenta 2018" del portal Sharecloth.com, se afirma que un consumidor estadounidense compra alrededor de 70 prendas al año, más del 50% de los productos de Fast Fashion se desechan en menos de un año y anualmente 12.8 millones de prendas son desechadas. (Fuente: Diario Gestión)
Una investigación precisa acerca de los productos Fast Fashion que lleva a un consumismo desmedido y un fuerte problema medioambiental.
A continuación, una breve comparación de estas proceso en la industria de la moda.
Las prendas Fast Fashion son producidas en el menor tiempo, baja durabilidad, proceso mecanizado y hecho para clientes que prefieren la cantidad que la calidad.
En cambio, las prendas Slow Fashion son producidos en el tiempo que sea necesario, son productos de alta durabilidad, proceso artesanal y hechos para clientes con conciencia social y ambiental que valoran la calidad.
El Slow Fashion en el Perú
El Perú no es ajeno a esta tendencia que viene a quedarse. Por ello, en el 2015 se inició con la creación de la Asociación de Moda Sostenible del Perú (AMSP), cuya finalidad es reunir propuestas de moda en cuanto a la producción de manera responsable y comprometida con el bienestar ambiental y social.
Al igual que esta asociación, se han creado diversas iniciativas (eventos) dentro del Perú. De igual manera, hay peruanos que siguen este movimiento y son invitados a participar en eventos internacionales.
Tal es el caso de, Escvdo y Ayni, dos marcas peruanas, que fueron presentados en el Omina Summit, el evento internacional de moda sostenible de Latinoamérica, en Costa Rica.
Ambas son ejemplos importantes de Slow Fashion en el Perú, que tienen como un objetivo común: la creación de prendas duraderas y de alta calidad, que generen un impacto positivo para los trabajos y para el planeta.
La presencia de Ayni y Escvdo en eventos internacionales relacionados al Slow Fashion y Moda Sostenible, potencia la tradición textil y artesanal peruana para encaminarse a una industria responsable y sostenible, y se presenta como una gran oportunidad tanto para tejedores como para diseñadores.
Productores y consumidores de Slow Fashion
En general, es una alternativa que debe ser aplicada para ambas partes. Los productores en la industria de la moda deben reflejar en su producto las prácticas sostenibles, y entregar un valor excepcional y mejor en las prendas.
Y los consumidores deben evitar las compras impulsivas, pensar menos en sus bolsillos y más en las consecuencias que tarde o temprano nos afectará gravemente.
Les dejo con una frase de Gema Gómez, fundadora de Slow Fashion Next, una iniciativa reconocida internacionalmente, que resume esta tendencia. "Si el Fast Fashion produce mucho y barato, la artesanía y la moda sostenible producen calidad y valor medioambiental y social. Frente a eso no se puede competir: una máquina nunca podrá competir con la vida de una comunidad indígena".
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