El sector de
la construcción utiliza materiales que tienen asociados a su fabricación un
gasto energético que equivale al consumo de energía de una familia durante casi
17 años. En los últimos tiempos el cuidado del medio ambiente es una de las
preocupaciones principales de las constructoras. Entonces, el reto para un servicio de cálculo
y diseño estructural es encontrar opciones eco amigables que sean acordes a la edificación.
¿Qué es el diseño ambiental?
El concepto del diseño ambiental consiste en incluir
parámetros ambientales al proceso de la planeación y desarrollo de iniciativas
para la construcción. Nace a partir de la concientización de la cantidad de
recursos empleados, su efecto en el medio ambiente y en la reducción de
residuos. Con frecuencia el servicio de cálculo y
diseño estructural que tenga una proyección ambiental contempla la integración sinérgica
de la naturaleza en el proyecto. Por ejemplo, se puede potenciar la ventilación
e iluminación natural para reducir el consumo eléctrico de la edificación.
Los aspectos de conservación de la energía,
eficiencia en el consumo, energía sustentable, diseños orientados al público, reducción
de emisiones de carbono y otras preocupaciones ecológicas. Estos proyectos no
son un sueño de nuestra era. En la ciudad de Boston, EEUU, se realizó un programa
de planeación del transporte que contemplaba el impacto en el agua, aire, flora
y fauna. Esta iniciativa se llevo a cabo en 1972.
Impacto en la construcción
El cuidado del medio ambiente se suele ver
como un obstáculo para la realización de proyectos prácticos y necesarios. En el
sector construcción se puede pensar que estos diseños son ineficientes,
costosos y solo están fundamentados en la ética. La inversión en diseños eco
amigables no tiene que convertirse en un sacrificio por el bien de la
naturaleza.
En términos económicos se tiene que decir que
un edificio “verde” es un poco más costoso que la opción tradicional, alrededor
de un 5%. La alternativa eco amigable tiene beneficios a largo plazo. Reduce en
40% el consumo de agua y en 30% el gasto eléctrico. Además, la productividad de
una persona que labora en estos ambientes, aumenta en 16%.
Acciones sencillas
Si tiene un proyecto en marcha no tiene que cambiarlo por completo para adaptarlo a la tendencia eco amigable. Bastan con algunos
cambios en la elección de materiales. Por ejemplo, puede preferir la utilización
de piezas metálicas de acero. Este es uno de los materiales con la huella de
carbono más pequeña.
Durante el servicio de cálculo y diseño estructural, se puede incorporar a las estructuras un tanque que recoja las
aguas pluviales en zonas lluviosas. Este líquido se puede destinar para abastecer
a los inodoros o al riego de las áreas verdes. Si va a realizar una demolición,
pueden reutilizarse varios de los materiales que iban a ser descartados. Y finalmente,
se puede contactar con una empresa recicladora para rescatar los materiales que
no van a ser incluidos en la nueva construcción.
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